viernes, 23 de marzo de 2012

BAILAR



soy dueño de un espíritu timorato, escultor de férreas manías y de pensamientos oscuros (oscuros pero auténticos) como los que compartía contigo ayer por la noche y que ciertamente te molestan porque no pensamos igual y eso es una característica mas de nuestra relación, pero hubo algo en la conversación que avivó mi memoria y me hizo retroceder varias veces en el tiempo a cada una de las fiestas a las que fui y me di cuenta que sí, tienes razón al decir que es una desventaja no saber hacerlo, lástima que no quería ver esa desventaja porque nunca me preocupo, retrocedí también a todas las veces que he bailado contigo y que a decir verdad han sido poquísimas, pero es verdad también que las veces que lo hicimos lo hice de la forma más natural y despreocupada del mundo, sin importar cuán bien o mal lo esté haciendo, sin importarme que nos pongamos a bailar como trompos improvisando coreografías, me puse a pensar también que no todo ha sido fácil, el destino en complicidad con la ironía se ha acostumbrado a agarrarme de punto, poniendo en mi camino chicas que si lo hacen y lo hacen bien, muy bien, lo siento, quizás esta confesión no esté acorde con la madurez y conciencia sentimental que mi edad supone porque jamás toco el tema de mi pasado, regresando al tema me encanta bailar contigo (aunque lo hago mal y tu siempre te quejas de eso) porque me hace perder el sentido del espacio y quita importancia a lo que está alrededor. Bailar contigo es como un refugio lejos de los pensamientos burlones que me asaltan cuando estoy parado contemplando a la multitud hecho un zombi atarantado, cuando bailo contigo puedo dedicarte toda mi atención puedo concentrarme exclusivamente en tu rostro y olvidarme por un momento de las miradas burlonas y mis quejas acojudadas y malintencionadas, nadie me ha sabido explicar porque nunca le he dado tantas vueltas a este tema como ahora, nadie como lo que tú me dijiste ayer sobre las desventajas de no saber hacerlo, me gustaba mirar a los demás y reírme de como lo hacían(eso te lo he contado desde que empezamos), me gustaba sentarme en la barra o en alguna banca y tratar de conversar a pesar del barullo ensordecedor del regueton con quien se encuentre en las mismas y paparulas condiciones que yo. ahora solo quiero aprender, pero va a ser demasiado complicado aclimatar mis dos pies izquierdos y mi cadera de madera, ahora solo quiero ir a buscarte darte un beso, abrazarte fuerte y ponerme a salvo de mi mismo. Eres genial!!!!

No hay comentarios: